Las Candelitas. Entrañable tradición que se está recuperando en los ultimos años en muchas localidades andaluzas. En zonas en donde el campo era un medio de vida y sustento, se hacían grandes hogueras para quemar los rastrojos y otros restos que quedaban de las cosechas o de haber limpiado las tierras para prepararlas de nuevo, para nuevas siembras. Junto a las grandes piras, un grupo de vecinas y vecinos ponían a modo de pequeño bar algunas viandas para acompañar, como los clásicos buñuelos con chocolate y la copita de anís o guindas. Los buñuelos son una masa hecha de harina y agua, después frita en aceite de oliva y a veces espolvoreada con azúcar. En forma de rosco mediano en tamaño, y esponjoso. Aunque algunos lo recuerdan, de pequeños, más fritos y alargados manualmente, a modo de pestiños, como es el caso de nuestro fotógrafo Jose A. LA época escogida era por el día de la Inmaculada, por el 8 de Diciembre. Así en Alanís, municipio de Sevilla y enmarcado en plena Sierra Morena, se ha intentado que esta costumbre no desaparezca del sentir popular. La magia del fuego no dejaba de sorprendernos, así cuando cayó el sol y las temperaturas bajaron, con el buñuelo y la copa de anís, muchos pensamientos vinieron a nuestra memoria. Se notaba el calor, y las caritas de los niños y mayores se iluminaban, se sonrojaban, porque las llamas habían alcanzado gran altura. Todos los pensamientos que pueden hacernos daño, de alguna forma, se quemaron también con este fuego, fuego purificador y reconfortante que nos vuelve quizás a una época ancestral en donde los espíritus de nuestros antepasados bailaban celebrando la fuerza de la naturaleza. Al menos así lo viví yo. Carmen Carrero Alonso. Con el especial agradecimento a Eduardo Castillejo Vega y familia, por su información , por su compañía en este día especial, y por su invitación a la "copa de Anís del Clavel, casi ná...¡¡¡y cómo se notaba que era del Clavel...!!!" Gracias Edu y Lupe, quedamos para el año que viene con los niños... en la misma esquinita.
Las Candelitas. Entrañable tradición que se está recuperando en los ultimos años en muchas localidades andaluzas. En zonas en donde el campo era un medio de vida y sustento, se hacían grandes hogueras para quemar los rastrojos y otros restos que quedaban de las cosechas o de haber limpiado las tierras para prepararlas de nuevo, para nuevas siembras.
ResponderEliminarJunto a las grandes piras, un grupo de vecinas y vecinos ponían a modo de pequeño bar algunas viandas para acompañar, como los clásicos buñuelos con chocolate y la copita de anís o guindas.
Los buñuelos son una masa hecha de harina y agua, después frita en aceite de oliva y a veces espolvoreada con azúcar. En forma de rosco mediano en tamaño, y esponjoso. Aunque algunos lo recuerdan, de pequeños, más fritos y alargados manualmente, a modo de pestiños, como es el caso de nuestro fotógrafo Jose A.
LA época escogida era por el día de la Inmaculada, por el 8 de Diciembre. Así en Alanís, municipio de Sevilla y enmarcado en plena Sierra Morena, se ha intentado que esta costumbre no desaparezca del sentir popular.
La magia del fuego no dejaba de sorprendernos, así cuando cayó el sol y las temperaturas bajaron, con el buñuelo y la copa de anís, muchos pensamientos vinieron a nuestra memoria. Se notaba el calor, y las caritas de los niños y mayores se iluminaban, se sonrojaban, porque las llamas habían alcanzado gran altura.
Todos los pensamientos que pueden hacernos daño, de alguna forma, se quemaron también con este fuego, fuego purificador y reconfortante que nos vuelve quizás a una época ancestral en donde los espíritus de nuestros antepasados bailaban celebrando la fuerza de la naturaleza.
Al menos así lo viví yo.
Carmen Carrero Alonso.
Con el especial agradecimento a Eduardo Castillejo Vega y familia, por su información , por su compañía en este día especial, y por su invitación a la "copa de Anís del Clavel, casi ná...¡¡¡y cómo se notaba que era del Clavel...!!!"
Gracias Edu y Lupe, quedamos para el año que viene con los niños... en la misma esquinita.